¿CÓMO SÉ SI NECESITO AYUDA PSICOLÓGICA?
El hecho de preguntarte si necesitas ayuda ante una situación que te desborda o te preocupa, ya es una señal de que probablemente necesites ayuda. Pagar para que una profesional de la psicoterapia te acompañe en este momento de tu vida, sin embargo, es una decisión individual y personal.
Existen unos criterios generales, entre ellos que estés viviendo un estado de sufrimiento o malestar que afecte a áreas importantes de tu vida como la pareja, la familia, las relaciones sociales, el trabajo o los estudios. Otro sería que las personas cercanas a tí te lo aconsejen o recomienden. También que tu sensación de malestar o sufrimiento se esté prolongando o te esté afectando significativamente en tu día a día. Uno menos frecuente sería el deseo de crecer personalmente, conocerse mejor o sentir una mayor autorrealización.
El sufrimiento forma parte natural de la vida, y por tanto no siempre será necesario que inviertas dinero y energía en hacer terapia. La respuesta es tuya y el tiempo para responderte también.
¿CUÁNTO DURA UNA TERAPIA?
La duración habitual de la terapia oscila entre los cuatro meses y los dos años, siempre dependiendo de las necesidades expuestas y detectadas.
No obstante, cuando acudes a hacer terapia estás pagando por un servicio en el que eres cliente y te puedes ir cuando quieras. Se agradece que sea con una mínima explicación y despedida, pero es cosa tuya.
¿CADA CUÁNTO TENDRÍA QUE IR?
En la psicoterapia individual normalmente se acude al principio una vez por semana. Transcurridos unos meses y cuando se van afianzando logros, cada quince días. Luego una vez al mes y posteriormente se puede espaciar más o dejarlo así. Lo que dura cada fase es muy variable en función de cada caso: por ejemplo, a veces durante el proceso se puede volver a una fase anterior durante un tiempo. En esto tu opinión también cuenta.
¿QUÉ ES EL SECRETO PROFESIONAL?
Todas las personas que nos dedicamos a la Psicología nos debemos a un Código Deontológico, que es una lista de buenas prácticas y de normas profesionales. En base a este Código, tenemos la obligación de mantener la confidencialidad de las personas que atendemos. Esto implica que la psicóloga no puede contar a nadie lo que sucede en la consulta, ni lo que cuentes, ni revelar que te atiende ni pasar tus datos a nadie, exceptuando una obligación judicial.
Si se saltara esta norma, tendría unas consecuencias legales. Por tanto, lo que se cuente o suceda quedará dentro de la consulta, que será tu espacio íntimo.